Belén Nebot / Claudia Peña. Castellón.
Jorge Girona (Villarreal, 1994) es profesor de música y voz y guitarra de la banda Generación Z. El chico afirma que, por lo que le dicen, es la alegría del grupo, el típico que mete un chiste malo cuando puede, pero a la hora de trabajar es muy serio.
Conociendo a Jorge Girona
¿De dónde viene tu pasión por la música?
— A mi padre de joven le gustaba mucho el mundo de las orquestas, los conciertos en directo… Es el típico músico frustrado (ríe). Tenía una guitarra guardada ¡y cada vez que la sacaba era como un día de Navidad! Yo siempre he tenido mucho ritmo e inquietudes respecto a temas musicales. Tenía muy claro que quería entrar en el conservatorio y ser profesor de música y vivir de ello. Entré cuando era pequeño, sin instrumento, a probar a ver qué pasaba. Tras 21 años de carrera, aprobé los estudios musicales y ahora llevo unos añitos intentando vivir de la música. ¡Trabajando con lo que la vida me trae!
¿Quiénes son tus referentes de este mundillo?
— Nunca he tenido referentes como tal porque el mundo del conservatorio es una competencia constante con mis compañeros. Además, siempre he intentado hacer mi versión de canciones con mi estilo. Pero si tengo que decir algún referente de guitarra, sería Carlos Santana. Me ha llamado la atención desde pequeño, es un guitarrista muy conocido y de los mejores, para mí. En cuanto a artistas modernos, me gusta Leiva, Bruno Mars o Marc Anthony.
El proyecto de Generación Z
¿Cómo surgió Generación Z? ¿Por qué ese nombre?
— Empiezo por la segunda pregunta. Le quisimos poner ese nombre porque la Generación Z fue la última en llegar, pero es pionera en muchos ámbitos. Queríamos mostrar una música innovadora, que viene de una suma de estilos de todos los componentes del grupo, pero adaptada a los estilos modernos que se escuchan actualmente.
Por otro lado, la banda nació en 2020. Generación Z es el nombre de una agrupación de amigos que queríamos lo mismo: tocar y crear nuestra música. Empezamos haciendo conciertos en tardeos o en fiestas donde nos dejaban actuar y cantábamos nuestras versiones. Poco a poco le metimos más caña e invertimos en el proyecto, ya que la producción, los videoclips y el equipo, entre otras cosas, es bastante dinero.
¿Cómo os conocisteis?
— Algunos estudiamos Música juntos en el conservatorio, otros son amigos de amigos, como por ejemplo el caso de Eder. Vimos todo lo que nos podía dar su persona, lleva por dentro ser artista. ¡Es muy bonito haber coincidido con él en la vida! Es cierto que nos conocíamos un poco todos desde antes porque vivimos en un radio de 20 kilómetros a la redonda. Hemos creado una familia, somos como hermanos. No nos pusimos el nombre de Jonas Brothers porque ya estaba cogido… (ríe).
¿Cómo os organizáis para componer?
— Tenemos bocetos de canciones, algunas con un significado personal. Cuando las ponemos en común, cada uno aporta su granito de arena. Siempre digo que es como una cadena de montaje. Por ejemplo, Eder hace letras muy bien estructuradas, ¡es un poeta! ¡Tiene mucha gracia para enlazar las frases! Yo me encargo de ponerle la música a la canción que presenta, le hago unos arreglos, le añado instrumentación y entre todos vemos el toque electrónico más moderno, que es el trabajo de un productor. Por último, Marc pasa el control de calidad, es el más crítico a la hora de la estructuración y pronunciación.
Modo Avión y La marca de tu bikini son unas de vuestras canciones más escuchadas, ¿recuerdas cómo surgió la idea de hacerlas?
— Esas dos canciones vinieron de unos bocetos que se fueron construyendo a partir de lo que aportamos cada uno. Para esos temas hicimos una premier, reunimos a amigos, familia y gente que nos sigue para que las escucharan y nosotros explicamos cómo las hicimos. ¡Fue como una celebración de lo que habíamos hecho! Además, según las críticas, son las canciones que más han gustado.
Habéis podido actuar en grandes festivales como Mar de Sons y más recientemente en el Arenal Sound, ¿Cómo os llegaron esas oportunidades?
— De momento, por mérito propio y por la gente que nos apoya. El primer año de Mar de Sons se hizo un concurso en el que la gente te votaba para que pudieses entrar a actuar al festival. Una vez allí, te ponen unas normas y compites con otros grupos para conseguir tocar en un sitio de ese calibre con gente como Beret, Sebastián Yatra… ¡Aún recuerdo la euforia de ganar el primer concurso en Mar de Sons! Luego también conocimos a gente como Tony Aguilar que nos apoyó mucho, al igual que la dirección del festival. Hicimos vínculo cariñoso con muchas personas y eso hizo que al año siguiente nos contrataran directamente como grupo. ¡Era nuestra primera vez en un festival contratados como grupo!
En el Arenal Sound también fue bastante parecido, era un concurso en el que la gente votaba. Había muchas bandas de gran nivel, ¡incluso algunas internacionales! La gente que nos apoya se volcó mucho con nosotros y, gracias a ello, tocamos en el festival. Seguiremos intentándolo en los próximos festivales porque tener esa oportunidad es muy bueno, ya que te ve mucha gente. ¡Para nosotros era un objetivo, un sueño y fue increíble!
¿Os veis tocando en otras ciudades de España?
— Tenemos unos objetivos no muy lejanos con cambios y proyecciones diferentes. Esto es una escalera, vas subiendo y vas cumpliendo los objetivos. Hace unos años era conseguir un nombre, tocar por la zona para que nos vieran y nos conocieran y para costear el proyecto Generación Z, ya que trabaja mucha gente detrás y hay que mantener un equipo. ¡Sin ellos no seríamos nada en muchos aspectos! Hemos tocado en Alemania, en Madrid varias veces, por Valencia, Alicante y por el norte también. Ahora estamos intentando idear un concierto con nuestra música para hacer una gira a nivel nacional. Estamos dándole muy duro al estudio para acabar ese pack completo nuestro y poder abarcar más.
¿Cuál es la canción más especial para ti?
— Hay muchas que me gustan pero la que más me gusta es Pole porque fue la primera que sacamos a las redes y la que nos unió como grupo. ¡Le dimos mucho cariño! De hecho, estuvimos muy metidos para promocionarla, invertimos mucho tiempo y dinero. Además, la canción me transmite mucho. Es una historia que le pasó a uno de los del grupo y eso la hace más propia. ¡Es a la que más cariño le tengo!
¿A qué aspiras en tu carrera musical?
— Tengo una empresa dedicada a la música, aparte también soy profesor de música, aunque ahora no estoy ejerciendo porque estoy con el interés fijado en mi empresa y el grupo. Siempre he tenido en mi cabeza seguir aprendiendo y crecer como músico lo máximo posible.
¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta de dedicarte a la música?
— Lo que más me gusta es la unión que se hace, en cualquier ámbito. Ver a la gente cómo canta tus canciones es precioso. Nos encanta transmitir los sentimientos con el idioma de la música. Por otro lado, en el mundo de la música hay mucha rivalidad y es lo que menos me gusta. Hay quien quiere pisarse unos a otros y, a veces, te lo encuentras tanto a la hora de vender tu producto como tocando en directo. Obviamente no le puede gustar a todo el mundo pero hay gente que llega a faltar el respeto y no saben lo duro que trabajamos para poder llegar ahí.
¿Tenéis proyectos para el futuro?
— Estamos trabajando en cambiar un poco nuestra costumbre. Queremos hacer algo diferente y de aquí a dos o tres meses como mucho lo tendremos terminado. Vamos a sacar cuatro canciones de golpe que tendrán un poco que ver entre sí pero tampoco tanto, cada una tendrá un estilo así diferente. Creemos que es la mejor manera de subir estos cuatro capítulos para poder tener todo ese material en las redes y nos gusta la idea de subirlo así, ¡vamos a probar! (ríe). ¡Así que estad atentos porque para finales de diciembre o principios de enero estará disponible para escuchar y están quedando muy bonitas! Una de ellas se llama Eclipse, que ya la hemos tocado pero no está en ninguna red social y, por tanto, no se puede volver a escuchar. ¡Esa es una de las que va a salir!
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