El cocinero habla sobre su paso por MasterChef y su nuevo restaurante 5 Sentidos en Cuenca
El ex aspirante Fran Martínez en el Supermercado de MasterChef (RTVE)
Belén Nebot / Claudia Peña. Castellón.
Fran Martínez (Cuenca, 1992) fue uno de los finalistas de la novena edición de MasterChef. Habla desde las cocinas de su restaurante 5 Sentidos en Cuenca. De fondo se puede escuchar un ambiente intenso de trabajo.
Recuerda su paso por el programa de cocina con mucho cariño. «Mi mujer Cristina me motivó a presentarme. De hecho, fue ella la que me apuntó porque yo soy seguidor del concurso. Me dijo que sabía que yo podía llegar lejos y ella fue mi motivación para ir y dar lo mejor de mí», afirma Martínez.
Durante las trece semanas que estuvo participando en MasterChef, Fran Martínez era un aspirante muy querido tanto por sus compañeros como por los jueces y los espectadores. Su simpatía y su manera de ser tan natural le convirtió en uno de los concursantes más recordados de la edición.
Su esfuerzo por continuar semana tras semana en el programa y seguir aprendiendo cocina le llevó a que los jueces Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nágera apostaran por él para que trabajara en sus restaurantes. El conquense dice que no lo asimilaba e insiste en que era «demasiado para él» poder trabajar con los tres chefs, ya que considera que «son los mejores» y que «era una oportunidad que pasa una vez en la vida». «¿Es verdad lo que me está pasando?», añade sonriente mientras recuerda ese momento. Manifiesta que intentó aprovecharlo pero con sus circunstancias familiares era más complicado desplazarse para dejarlo todo.
El cocinero rememora MasterChef «con muy buenos ojos» y a la vez recuerda «momentos muy duros», ya que lo describe como hacer una carrera de cocina en tres meses y medio. Martínez estaba «a tope» y muy centrado para aprender técnicas culinarias, dice seriamente: «Cada semana había una persona menos y pensaba que la semana siguiente me podía ir yo. Entonces, había mucha tensión».
En el transcurso del talent show de cocina Fran Martínez compitió por el pin de la inmunidad. Es una recompensa que permite al aspirante continuar en el programa semana tras semana hasta que el propio concursante decida entregarlo en una prueba de eliminación para no ser expulsado. No tiene fecha de caducidad exacta, excepto para el duelo final, pero el ex aspirante consiguió mantenerlo varias semanas consecutivas hasta la semifinal. Dice abiertamente que el pin le aportó tranquilidad y poder arriesgar más con los platos. A pesar de que lo podía perder fácilmente, decidió «jugársela» y «asumir riesgos».
El chef Pepe Rodríguez poniendo a Fran Martínez el pin de la inmunidad (RTVE)
A lo largo del concurso de cocina, Martínez sorprendió al jurado y a los espectadores con su capacidad de encontrar las mejores ofertas en los supermercados, puesto que sabía cuándo era el mejor momento para comprar determinados productos y cuándo estaban mejor de precio. «Ahora mido tanto o más lo que compro. Antes compraba de otra manera, pero lo barato muchas veces sale caro. Ahora miro sobre todo producto y calidad y que lo que compre esté bueno», expresa con seguridad.
El cocinero reconoce que el programa de cocina le ha cambiado mucho la vida. Pudo ir a trabajar con la chef Samantha Vallejo-Nágera a su restaurante en Pedraza (Segovia) y al restaurante MasterChef en Madrid pero, sobre todo, le permitió abrir su propio restaurante en Cuenca: 5 Sentidos. Martínez afirma que buscaba locales con la idea de hacer una casa de comidas para llevar, sin embargo, sus ganas por «currar» le llevaron a montar su propia empresa de la que su mujer Cristina y él se hacen cargo. «Dijimos que era una gran oportunidad para nosotros y pensamos en hacer las cosas bien para que fuera rentable abrir el restaurante», añade el conquense.
«Mis valores como cocinero se reflejan en gastar buen producto, hacer las cosas bien y con cariño», asegura sonriente el ex aspirante. Cuando deja a los niños en la guardería se va al restaurante sobre las 9:30 para empezar a trabajar. Reconoce que hay días que «se dan mejor las cosas» y otros «peor». «Hay que ir aprendiendo cada día y mejorar con la experiencia», dice Martínez con firmeza.
El cocinero Fran Martínez en su restaurante 5 Sentidos (Instagram personal)
Su restaurante 5 Sentidos se basa en una cocina de vanguardia con orígenes conquenses. Se trata de una oferta gastronómica para los que buscan la mejor materia prima junto a una cocina creativa con un estilo muy personal, así lo define él mismo en la página web del restaurante. Sostiene que para él la base es la cocina tradicional, «la que da de comer, la de toda la vida». Añaden técnicas de vanguardia «para sorprender e innovar el menú», pero siempre partiendo de la cocina tradicional «para que tenga sentido».
En el menú que está preparando para primavera quiere añadir algunas de las técnicas que ha aprendido en MasterChef, como por ejemplo esferificar, hacer un aire e incluso alguna espuma. «Son cosas difíciles que hay que ir haciendo y sacando poco a poco. Lo esencial es probar todas las elaboraciones para ofrecer al cliente nuestra mejor versión», recalca el cocinero.
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